domingo, 12 de enero de 2014

¡Rápido despierta!

¡Rápido despierta! ¿Qué no vez la hora? Llegaras tarde a la escuela.
¡De prisa! Cepíllese los dientes, lávate la cara, comete el desayuno que te deje en la mesa y ponte el uniforme. En 30 minutos llega la combi por ti.

¡Rápido niño deja de dormir de pie y muévete de prisa! ¿Qué no vez la hora? Llegara tu papá a la casa y aun no está la comida.  En 30 minutos ya tenemos que haber llegado.

¡Hijo rápido no estés durmiéndote frente al espejo! ¿Qué no vez la hora? Échate loción, ponte bien guapo pero no pierdas tiempo que tu novia no te estará esperando. En 30 minutos quedaste de pasar por ella.

¡Compadre abre bien los ojos! ¿Qué no vez la hora? Se casaran primero mis hijos y tú aun estas soltero. En 30 minutos llega una amiga mía si quieres te la presento.

¡No pienses tanto, no hay tiempo que perder! ¿Qué no vez la hora? A mi dime si te intereso o no, sino para que hasta aquí se quede nuestra historia. Tienes 30 minutos para darme una respuesta.

¡Mi amor rápido despierta! ¿Qué no vez la hora? Otra vez no escuchaste la alarma y ya se te hizo tarde para el trabajo.
¡Apresúrate! Comete los huevos que te cocine, y acomódate esa corbata que esta chueca. Tienes 30 minutos para llegar a la oficina.

¡Señor otra vez durmiéndose sobre el escritorio! ¿Qué no vez la hora? Estamos en el momento más aglomerado de personas, usted no puede estar distrayéndose en su mundo color de rosa. Tiene 30 minutos para acabar ese papeleo.

¡Rápido, rápido, agarra la maleta, cierra la puerta y vayámonos, tu hijo ya quiere nacer…No suspires y métete al carro amor! ¿Qué no vez la hora? Nos hacemos 30 minutos para legar al hospital y este niño ya quiere nacer.

¡Cariño estas bien loco! ¿Qué no vez la hora? Ya estamos un poco grandes de edad como para hacer ese viaje. Ándale pásame mi andadera que en 30 minutos llegan tus nietos.

¡Compadrito de mi vida ya deje de andar durmiendo despierto! ¿Qué no vez la hora? Tenga respeto de sus canas. Como crees que vas a hacer tal Hazaña. Si en tus tiempos de juventud jamás lo hiciste como vienes a soñar en hacerlo ahora de viejo. Vente que en 30 minutos tenemos que estar en el doctor.

¡Viejito mío…Viejito….Cielo…Despierta ya te toca la medicina! ¿Qué no vez la hora? Ya son las 5 de la tarde y aun no despiertas. ¿Viejo?...Creo que en 30 minutos les avisare a nuestros hijos que hoy cenaras con nuestro señor.

¡Rápido hijos traigan a mis nietos, vamos a leer las últimas palabras de su abuelo! En 30 minutos es el entierro.

-Querida familia…Querida vida e invitados de este viaje:

Desde aquellos amaneceres en que mi bella madre me decía a gritos que destapara mi cuerpo y lo levantara de la cama porque se me hacia tarde para la escuela hasta el día de mi muerte pude percatarme de algo…

En este viaje que se llama vida no solo los seres vivos estamos aventurándonos en la historia. También lo hacen los segundos, minutos, horas, días, meses y años. Ellos no son tan gratos como lo pueden ser las historias que se viven en su transcurrir.

Más bien ellos son simples testigos oculares de lo que día a día construyes en la telenovela de tu existir. Como aquellos capítulos de un libro en el que lo más importante es la trama y no el número de páginas.

Esposa, hijos, nietos y generaciones, no dejen que estos signos de puntuación acomplejen y frustren su diario vivir. No dejen que alteren su caminar. No vaya a ser que por querer apresurar el paso no disfruten el ritmo de esa melódica canción que se llama vida.

Y hablando de frustrar, hay algo peor que el tiempo y es: El despertar.
Hay otra cosa peor aparte de vivir dormido y es: Vivir sin dormir.
No me refiero al hecho de recostar tu cuerpo sobre la cama, a eso se le llama descansar. Me refiero al hecho de soñar.

No dejen que tu madre levantándote para ir a la escuela o para regresar a casa, el hecho de ver a tu novia, las prisas por casarte o tomar una decisión, tu esposa despertándote con gritos de amor para ir a la oficina o tu jefe regañándote por tanto trabajo, un amigo que rompe tus ilusiones o una enfermedad y sus medicinas hagan que el dejar de vivir te sorprenda ¡Queriendo soñar sin poder cerrar los ojos!

Tomense por lo menos 30 minutos para poder soñar y pedirle a Dios que cumpla esas historias que salen de su espíritu Les aseguro que no les quitara tanto de su apreciado tiempo. ¿Y si les quitara tiempo? De que les sirve tener minutos de sobra si jamas hicieron lo que tanto soñaron.

Sean como los que duermen: Nunca abran los ojos y nunca dejen de soñar.
Sean como las águilas: Nunca dejen de volar ni de cerrar sus alas.
Sean como las aves: Nunca dejen de cantar y se pongan triste.


Observen todo lo que está a su alrededor ¡Alguna vez empezó en un sueño que jamás nadie despertó hasta que cobro vida!

Dios los bendiga. Yo ahora por fin ya estoy soñando.

¡Es tiempo de escribir!

Cuando no hay oídos que te escuchen, cuando no hay ojos que te vean, cuando no hay brazos que te amarren, cuando no hay labios que te besen y cuando no hay calor que rompa el frió sentir de tu piel. ¡Es momento de escribir!

Cuando no hay cabeza para tanta palabra, cuando no hay tuit suficiente para tus ideas, cuando no hay tiempo para olvidar lo que sientes, cuando no hay motivos para alargar tu sentir y cuando sobra la energía por poner papel y lápiz. ¡Es momento de escribir!

Cuando caminas y por cada paso que das una palabra de tu interior se escucha, cuando en cada cuadra una oración se forma, en cada árbol una idea se forja, en cada persona un personaje se crea y en cada situación un historia se crea. ¡Es momento de escribir!

Cuando en cada despertar un nuevo sol se colorea, en cada medio día una nube se dibuja, en cada atardecer un aire fresco te mueve la melena y en cada anochecer una melancolía te hace respirar. ¡Es tiempo de escribir!

Cuando has pasado varios años de tu vida recolectando pensamientos, sentimientos y vivencias que se acorralan en tu cache cerebral como aquel cazador de mariposas cuya jaula ya vuela al aletear de tan bellos insectos. ¡Es tiempo de escribir!
Tantas lagrimas, sonrisas, enojos, seriedades, aventuras, personas conocidas, personas desconocidas, historias, amarguras, amores y desamores tocan la puerta de mi mundo queriéndose escapar como rehenes de guerra que claman libertad. ¡Es tiempo de escribir!
Es tiempo de darle la oportunidad a tanto pasado de plasmarse, de mantener la luz de mi presente al ojo publico y de mantener la esperanza de un futuro que sueño sin querer despertar.
Es tiempo de que mi blog, yo y los que quieran invitarse a leer podamos compartir los puntos, comas, letras y oraciones de un diario vivir. Este es mi mundo, aunque también puede ser el tuyo. ¡Qué importa! Lo único que hago es librar un poco de espacio en mi cerebro mientras comparto con el mundo virtual las letras de mi ser.